La experiencia filosófica
Teoría
SÓCRATES Y LOS SOFISTAS



Práctica
SÓCRATES. —¿Es que hay hombres que desean cosas malas, mientras que otros desean las buenas? ¿No te parece, querido mío, que todos desean lo que es bueno?
MENÓN. —De ninguna manera.
SÓCRATES. —¿Luego a tu juicio algunos desean lo que es malo?
MENÓN. —Sí.
SÓCRATES. —¿Quieres decir que miran entonces lo malo como bueno? O que, conociéndolo como malo, ¿no cesan de desearlo?
MENÓN. —A mi parecer lo uno y lo otro.
SÓCRATES. —Pero Menón, ¿crees que un hombre, conociendo el mal como mal, puede verse inclinado a desearlo?
MENÓN. —Sí.
SÓCRATES. —¿A qué llamas tú desear? ¿Es desear la adquisición de alguna cosa?
MENÓN. —Ciertamente; adquirirla.
SÓCRATES. —¿Pero este hombre se imagina que el mal es ventajoso para aquel que lo experimenta, o bien sabe que es dañoso a la persona en quien seencuentra?
MENÓN. —Unos imaginan que el mal es ventajoso; y otros saben que es dañoso.
SÓCRATES. —¿Pero crees que los que se imaginan que el mal es ventajoso, le conocen como mal?
MENÓN. —En ese concepto no lo creo.
SÓCRATES. —Por lo tanto, es evidente que no desean el mal, puesto que no lo conocen como mal; sino que desean lo que tienen por un bien, y que realmente es un mal. De suerte que los que ignoraban que una cosa es mala, y la creen buena, desean manifiestamente el bien. ¿No es así?
MENÓN. —Así parece.
SÓCRATES. —Pero los otros, que desean el mal, según tú dices, y que están persuadidos de que el mal daña a la persona en quien se encuentra, conocen sin duda que le será dañoso.
MENÓN. —Necesariamente.
SÓCRATES. —¿Y no crees que aquellos, a quienes daña, tienen derecho a quejarse, en razón de ese mismo daño que reciben?
MENÓN. —También.
SÓCRATES. —¿Y que en tanto que tienen motivo para quejarse, se los considera desgraciados?
MENÓN. —Así lo pienso.
SÓCRATES. —¿Pero hay alguno que quiera tener de qué quejarse y ser desgraciado?
MENÓN. —No lo creo, Sócrates.
SÓCRATES. —Entonces, si nadie quiere eso, es claro que nadie quiere el mal. En efecto, ser miserable ¿qué otra cosa es sino desear el mal y procurárselo?
MENÓN. —Parece que tienes razón, Sócrates; nadie quiere el mal.(Platón, Menón)
Investigación
Pasos para escribir un artículo filosófico (III)
4. ¿Cómo escribir la Introducción?
- El contexto, la relevancia y la justificación:
- Debemos justificar por qué es importante o interesante plantearse el tema elegido, qué podemos conseguir con ello. La relevancia puede ser histórica, como averiguar el sentido que le da determinado autor a un concepto concreto, o respecto a la actualidad, porque sea un tema que tenga repercusiones hoy en día… También puede ser relevante porque abra otros problemas, porque influya en determinadas personas, etc.
- El estado de la cuestión:
- Debemos hacer referencia a los autores que tienen una opinión importante, interesante, relevante, influyente sobre el tema, diciendo brevemente en qué consiste esa opinión.
- Este punto supone ya cierto manejo de las fuentes primarias, por lo que es normal que sufra modificaciones.
- En los artículos de las revistas más prestigiosas, el estado de la cuestión se refiere a las más recientes investigaciones que se han hecho sobre ese tema hasta la actualidad.
- Debemos hacer referencia a los autores que tienen una opinión importante, interesante, relevante, influyente sobre el tema, diciendo brevemente en qué consiste esa opinión.
- La concreción del tema:
- Debe tener la forma de problema, cuestión o pregunta, es decir, como algo que tiene que ser resuelto o contestado.
- Esa formulación tiene que plasmar los verdaderos intereses personales del autor, algo que realmente le inquiete, sobre lo que sienta una profunda y genuina curiosidad, transformando el tema elegido a su conveniencia, aunque sin salirse completamente de él.
- Tiene que ser redactado de la forma más clara posible. Con ello no solo conseguimos que nuestros lectores lo comprendan, sino que también nos sirve a nosotros a modo de camino del que no debemos desviarnos en nuestra investigación.
- Los conceptos que utilicemos en su redacción deben de ser precisos para no dar lugar a vaguedades o ambigüedades.
- Además debemos expresarlo de forma concisa, con un par de frases, más o menos.
- Hay que tener en cuenta que la mera formulación del tema puede ser la clave del avance en esa materia. El primer paso para solucionar los problemas puede ser plantearlos de manera diferente, cambiar su enfoque.
- Debe tener la forma de problema, cuestión o pregunta, es decir, como algo que tiene que ser resuelto o contestado.
- El objetivo:
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- Se debe expresar de la manera más clara y concisa posible cuál es la respuesta o solución que vamos a dar al tema propuesto, es decir, nuestra tesis. Por ejemplo, si el tema es la clarificación de un concepto, en este punto debemos decir que en este artículo se va a defender que tal concepto significa realmente tal cosa, al contrario de lo que opina tal o cual autor o al igual que lo que opina tal otro. Si el tema es una confrontación entre varios autores, aquí hay que tomar partido por uno de ellos o por ninguno. El caso es que hay que expresar la posición propia.
- A medida que vamos investigando, puede que nos demos cuenta de que nuestra tesis inicial es incorrecta. En ese caso se puede bien modificar la tesis y argumentar en el desarrollo del artículo por qué no es correcta, bien mantenerla como tentativa y reflejar su incorrección en la conclusión a la vista de los argumentos analizados.
- Hay que tener en cuenta que un artículo filosófico se escribe para llegar a una verdad lo más objetiva posible, no para demostrar que tenemos razón.
-
- La metodología:
- Aquí hay que explicar todo lo que se va a hacer para cumplir el objetivo: el sistema de pensamiento del que se va a partir (por ejemplo, desde el Materialismo filosófico), las bases teóricas y conceptuales que se utilizarán (cómo se va a entender tal o cual concepto, desde la interpretación de qué autor…), qué autores y textos se van a analizar, qué argumentos se van a confrontar, etc.
- En este punto hay que explicitar el esquema o estructura de la argumentación que se va a seguir en el artículo, que coincidirá, más o menos, con el número de apartados de los que constará.
- Por ejemplo, si el tema elegido es El ser humano en Platón y la concreción que le damos es ¿Es satisfactoria la subsunción platónica de la complejidad del ser humano en la noción de alma?, el guion podría ser:
- ¿Qué entendemos hoy en día por ser humano?
- ¿Qué es el ser humano para Platón?
- ¿Qué es el alma para Platón?
- ¿Qué tipos o partes de alma hay, según Platón?
- El alma racional
- El alma irascible
- El alma concupiscible
- ¿Cómo cada tipo de alma platónica da explicación de cada una de las características del ser humano?
- ¿Es completa la explicación platónica del ser humano?
- ¿Es satisfactoria la explicación platónica del ser humano?
- La redacción de este punto no debe ser esquemática, sino que hay que redactar la sucesión de pasos que se van a seguir en el artículo.
- Por ejemplo, si el tema elegido es El ser humano en Platón y la concreción que le damos es ¿Es satisfactoria la subsunción platónica de la complejidad del ser humano en la noción de alma?, el guion podría ser:
5. Del borrador de la Introducción a la conferencia filosófica
Rúbrica para calificar la comunicación de un artículo filosófico

Informe de evaluación de la comunicación de un artículo filosófico

Bibliografía
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- Aristófanes & Gil, F. L. (2007). Comedias. Gredos.
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