El desencantamiento del mundo

Teoría

 

LAS FALACIAS
Las falacias son errores de razonamiento que se cometen al intentar argumentar o persuadir a alguien. Existen muchos tipos de falacias. Estos son algunos de los principales:
  • Falacia ad hominem
    Esta falacia ocurre cuando se ataca a la persona en lugar de a su argumento. Por ejemplo: «No puedes creer lo que dice Juan, es un mentiroso».
  • Falacia de autoridad
    Esta falacia se produce cuando se utiliza la opinión de una autoridad para apoyar una afirmación sin justificación. Por ejemplo: «El médico X dijo que el producto es efectivo, así que debe ser verdad».
  • Falacia del hombre de paja
    Esta falacia consiste en distorsionar o exagerar el argumento de alguien para hacerlo más fácil de refutar. Por ejemplo: «Juan dice que los impuestos son necesarios, pero eso es solo porque le gusta el gobierno y quiere que nos roben».
  • Falacia de la generalización apresurada
    Esta falacia se comete al hacer una afirmación basada en muy poca evidencia. Por ejemplo: «Probé una manzana podrida, así que todas las manzanas deben estar podridas».
  • Falacia de falsa dicotomía
    Esta falacia ocurre cuando se presenta una situación como si solo existieran dos opciones, cuando en realidad hay más. Por ejemplo: «Si no votas por el candidato A, entonces estás apoyando al candidato B».
Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas de las falacias más comunes, y que hay muchas más. Para mejorar las habilidades de pensamiento crítico, es útil aprender a identificar y evitar estas falacias en los propios argumentos y en los de otros.

 

LOS SESGOS COGNITIVOS
Los sesgos cognitivos son patrones sistemáticos de errores de pensamiento que pueden afectar la forma en que interpretamos la información y tomamos decisiones. Estos son algunos de los principales sesgos cognitivos:
  • Sesgo de confirmación
    Este sesgo ocurre cuando buscamos o interpretamos información de una manera que confirma nuestras creencias o expectativas previas, y tendemos a ignorar o descartar la información que contradice esas creencias. Por ejemplo, si alguien cree que los furros son malos, buscará información que respalde esa creencia y rechazará información que indique lo contrario.
  • Sesgo de disponibilidad
    Este sesgo se produce cuando tendemos a dar más peso a la información que es más fácilmente accesible o que nos viene más fácilmente a la mente. Por ejemplo, si alguien piensa que la delincuencia es un problema en su barrio porque recuerda un incidente que le sucedió a un amigo, puede ignorar las estadísticas que muestran que el nivel de delincuencia en su barrio es bajo.
  • Sesgo de anclaje
    Este sesgo ocurre cuando nos aferramos a una idea inicial o una referencia específica, y luego ajustamos nuestra interpretación de la información en torno a esa idea o referencia. Por ejemplo, si alguien tiene en mente un precio alto para un producto, puede tener dificultades para aceptar precios más bajos incluso si son razonables.
  • Sesgo de atribución fundamental
    Este sesgo consiste en la tendencia a atribuir el comportamiento de los demás a rasgos personales internos en lugar de factores externos, incluso cuando hay evidencia de lo contrario. Por ejemplo, si alguien ve a un conductor que comete una infracción de tráfico, puede pensar que el conductor es irresponsable y peligroso, en lugar de considerar que puede haberse visto obligado a hacerlo por circunstancias externas.
  • Sesgo de la ilusión de control
    Este sesgo se produce cuando creemos que tenemos más control sobre los resultados de lo que realmente tenemos. Por ejemplo, alguien que piensa que siempre puede evitar enfermarse si se lava las manos con frecuencia puede sentirse frustrado y confundido cuando contrae una enfermedad.
Es importante reconocer estos sesgos cognitivos para tomar decisiones más informadas y racionales en nuestro día a día. Sin embargo, hay que en cuenta que estos son solo algunos de los sesgos cognitivos más comunes y que existen muchos más.

 

Práctica

 

1.- Identifique los siguientes argumentos falaces:
  • Juan dice que deberíamos reducir los impuestos, pero eso significaría que no tendríamos suficiente financiamiento para construir escuelas y hospitales.
Hombre de paja

 

  • No puedes confiar en lo que dice Juan acerca del cambio climático, él no tiene un título en ciencias ambientales.
Ad hominem

 

  • O apoyas la guerra en el Medio Oriente, o estás en contra de nuestros soldados y de nuestro país.
Falsa dicotomía

 

  • El famoso actor X dijo que debemos votar por el partido Y, así que eso es lo que deberíamos hacer.
Falacia de autoridad

 

  • Probé un plato de comida de un restaurante y no me gustó, así que toda la comida del restaurante debe ser mala.
Generalización apresurada

 

2.- Identifique los siguientes sesgos cognitivos:
  • Creo que mi compañero de trabajo es perezoso y no trabaja duro porque lo veo haciendo pausas frecuentes, sin considerar que quizás está trabajando en tareas que requieren descanso o está lidiando con una situación personal difícil.
Sesgo de atribución fundamental

 

  • He visto en las noticias varios casos de accidentes aéreos, así que creo que es peligroso volar en avión, aunque las estadísticas muestren que es una forma de transporte segura.
Sesgo de disponibilidad

 

  • Siempre me lavo las manos antes de un examen importante porque creo que eso aumenta mis posibilidades de obtener una buena calificación, aunque en realidad mi rendimiento está influenciado por otros factores como mi conocimiento y preparación.
Ilusión de control

 

  • Creo que los jugadores de mi equipo de fútbol son los mejores, así que busco noticias y estadísticas que confirmen mi creencia, y descarto la información que sugiere que otros equipos son mejores.
Sesgo de confirmación

 

  • Vi un anuncio de una tienda que ofrecía una oferta del 50% de descuento en un producto, así que ahora creo que ese es el precio justo para ese producto.
Sesgo de anclaje

 

Investigación

 

¿Qué es un artículo filosófico?
Un artículo filosófico es un ensayo o trabajo de investigación en el que se analiza un problema filosófico concreto con el objetivo de aclararlo, resolverlo o dar una nueva perspectiva sobre él. No se trata de demostrar la propia erudición, cuánto se sabe de un tema, sino de explorar y tratar de llegar al conocimiento o clarificación de una cuestión. Los temas a tratar pueden ser:
  • Abiertos y generales
    (por ejemplo: la libertad humana, la belleza, el bien), que permiten al autor seleccionar con libertad los autores y teorías filosóficas a emplear para apoyar y desarrollar sus propias ideas.
  • Cerrados y concretos
    (por ejemplo: el conocimiento para Platón, el movimiento en Heráclito), que requieren del autor el conocimiento previo de los principales argumentos de los autores que se analizan.
  • De contrastación
    (por ejemplo: las posiciones de Parménides y Heráclito respecto al movimiento, Sócrates vs. los sofistas), en los que se contrastan y valoran los puntos de vista de varios autores o corrientes filosóficas. En estos se trata de analizar los argumentos de cada uno, ver los puntos a favor y en contra, y dar una visión propia del asunto.

 

¿Cómo es un artículo filosófico?
Un trabajo de investigación filosófica tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de un problema filosófico concreto. Para ello es preciso que ese trabajo cumpla una serie de requisitos formales que faciliten su evaluación por otros investigadores, así como su difusión. Los trabajos de investigación filosófica tienen, por lo general, forma de artículo. Un artículo filosófico tiene los siguientes elementos:
  • Título. Tiene que ser breve y explicativo del tema o problema que se trata en el artículo.
  • Nombre y apellidos. A veces también se incluye la institución en la que trabaja, sus cargos en diferentes sociedades o grupos de investigación, obras publicadas destacadas y correo electrónico de contacto.
  • Resumen o abstract. Breve exposición del tema que se va a tratar, en la que se dice qué objetivo se tiene y cómo se va a tratar de conseguir.
  • Palabras clave. Conjunto de palabras o expresiones (en torno a cinco o seis) que identifican y permiten encontrar el artículo fácilmente en un buscador.
  • Diferentes secciones o partes del artículo que siguen el modelo clásico de introducción, desarrollo y conclusión, cada una de las cuales puede llevar un título.
    • Introducción
      El primer apartado siempre tiene que ser la Introducción. En ella hay que explicitar:
      • Contexto, relevancia y justificación: explicar por qué es relevante, importante, interesante en la actualidad y, por tanto, por qué es necesario el presente artículo.
      • Estado de la cuestión: decir qué otros autores han tratado ese tema, resumiendo su posición.
      • Concreción del tema: explicar cuál es el tema que se va a tratar, planteado como pregunta o problema.
      • Objetivo: decir cuál es la respuesta o solución que damos a la pregunta o problema que se plantea como tema. Es decir, aquí hay que explicitar la tesis que se tratará de defender en el artículo.
      • Metodología: explicar qué pasos se van a dar para alcanzar el objetivo propuesto (analizar determinado/s texto/s, criticar determinada/s idea/s, contrastar determinado/s argumento/s de tal o cual autor, etc.).
    • Desarrollo
      Los siguientes apartados son divisiones en las que se ordena el desarrollo del artículo.
      • Cada apartado es una división lógica en la que se trata un aspecto concreto del tema del artículo.
      • Cada apartado está constituido por varios párrafos:
        • Párrafo introductorio en el que se explicita qué se va a tratar en ese apartado y cómo se ordenará.
        • Párrafos de desarrollo. Cada uno de los párrafos expresa un asunto concreto, y también tiene una estructura interna:
          • Las primeras líneas de cada párrafo sirven como introducción, esto es, decir el tema del párrafo y cómo se relaciona con el párrafo anterior (ofrecer una posición contraria a la del párrafo anterior, ejemplificar lo dicho en el párrafo anterior, profundizar en algún aspecto de lo dicho en el anterior, deducir alguna conclusión de lo dicho en el anterior, generalizar una idea del párrafo anterior, exponer la siguiente idea de una enumeración comenzada antes, etc.)
          • Las siguientes líneas son de desarrollo, en las que se exponen los argumentos, se citan las ideas de otros autores, se explican las citas, se ofrecen ejemplos, etc. Se pueden utilizar citas directas o indirectas, siempre explicando o interpretando a continuación cada una de ellas y argumentando qué tiene que ver o cómo ayuda a entender lo que estamos argumentando. También hay que criticar, señalando los pros y los contras, de cada argumento propio y ajeno. Todo ello debe seguir un orden lógico y estar expresado de la forma más clara y entendible.
          • Las últimas líneas de cada párrafo sirven como conclusión o resumen de lo expuesto en ese párrafo.
        • Párrafo de conclusiones, en el que se recopilan las conclusiones parciales de cada párrafo de desarrollo y se ofrecen conclusiones generales sobre el asunto tratado en ese apartado.
    • Conclusión
      El último apartado siempre tiene que ser la conclusión. En él hay que explicitar las conclusiones a las que se ha llegado en cada apartado, mostrando su relación y coherencia respecto al objetivo señalado en la Introducción. Es decir, se trata de demostrar la tesis explicitada en la Introducción, apoyándose en las conclusiones a las que se ha ido llegando.
    • Referencias bibliográficas utilizadas
      Listado ordenado alfabéticamente de las obras consultadas para la elaboración del artículo, tanto las que se citan como las que no.

 

Rúbrica para calificar un artículo filosófico
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Informe de evaluación de un artículo filosófico
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Bibliografía

Examen