El desencantamiento del mundo

Teoría

 

LA CONTRAARGUMENTACIÓN
Un argumento puede ser atacado de diferentes maneras, pero no todas son filosóficas, es decir, no todas siguen los estándares de racionalidad y búsqueda de la verdad que se le supone a esta disciplina. Si lo único que nos interesa es ganar una batalla dialéctica, a toda costa, sin importar quién tenga realmente la razón, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788 – 1860) expuso 38 estratagemas muy útiles en su pequeña obra El arte de tener siempre la razón. A ese tipo de disputa dialéctica se la llama erística.
Si nos movemos en el campo estrictamente filosófico, contraargumentar consiste en dar razones para mostrar que un argumento no es correcto. Como ya hemos visto, se puede mostrar que un argumento deductivo no es válido o no es sólido, que un argumento inductivo no es fuerte o convincente, que un argumento abductivo no es la mejor explicación posible, etc. Para ello hay que:
  • analizar el argumento con detenimiento para entenderlo perfectamente,
  • analizar su estructura lógica o formal para determinar si es válido o fuerte,
  • valorar si cada una de las premisas es realmente verdadera,
  • analizar cada uno de sus conceptos clave sobre los que se apoya por si son confusos o vagos.
Se pueden distinguir tres tipos de contraargumentación: la objeción, la recusación y la refutación.
  • La objeción es la manera de contraargumentar más efectiva y evidente porque implica demostrar que al argumento es incorrecto. Objetar un argumento supone señalar que sus premisas son falsas o dudosas. Por ejemplo:
    • Premisa 1: Todos los cisnes del Retiro son negros.
    • Premisa 2: El cisne de mi estanque lo cogí en el Retiro.
    • Conclusión: Por lo tanto, el cisne de mi estanque es negro.
    • Objeción: No es cierto, porque los cisnes del Retiro son todos blancos.
  • La recusación no es tan poderosa como la objeción, pues no ataca las premisas, sino la relación entre estas y la conclusión. Es decir, recusar un argumento significa negar que exista una relación entre las premisas y la conclusión. El principio en el que se basa esa relación se llama garantía. Por lo tanto, recusar un argumento supone cuestionar su garantía. Se puede hacer de varias maneras:
    • Recusación de principio: señalar que la garantía no es válida. Por ejemplo:
      • Premisa 1: Si estudias, aprobarás el examen.
      • Premisa 2: Estudiaré.
      • Conclusión: Por lo tanto, aprobaré el examen.
      • Garantía: El estudio garantiza el conocimiento suficiente como para aprobar un examen.
      • Recusación: Los nervios, preocupaciones o enfermedades pueden provocar que, aunque estudies suficiente, no apruebes el examen. Así que no es cierto que el estudio garantiza aprobar un examen.
    • Recusación de excepción: aceptar la garantía, pero mostrar su no aplicabilidad en ese caso concreto por ser excepcional. Por ejemplo:
      • Premisa 1: Todos los días a las 12 del mediodía hay luz solar en Madrid.
      • Premisa 2: Son las 12 del mediodía en Madrid.
      • Conclusión: Por lo tanto, tiene que haber luz solar en Madrid.
      • Garantía: Las horas de luz solar en Madrid son fijas y constantes de año a año.
      • Recusación: Pero justo hoy no se aplica esa garantía, pues hay un eclipse a mediodía. Así que no es cierto que a esa hora vaya a haber luz solar.
    • Recusación de reserva: mostrar que la garantía puede que no se aplique al caso concreto. Por ejemplo:
      • Premisa 1: El único idioma oficial de Japón es el japonés.
      • Premisa 2: Tomás vive en Japón.
      • Conclusión: Por lo tanto, Tomás hablará habitualmente en japonés.
      • Garantía: Las personas que viven en países en los que solo hay un idioma oficial hablan habitualmente en ese idioma.
      • Recusación: Pero puede que Tomás, a pesar de vivir en Japón, no sepa ese idioma y se comunique, normalmente, por ejemplo, en inglés. Por lo tanto, los habitantes de un país no tienen por qué hablar su idioma oficial.
  • La refutación es la forma de contraargumentar de menor potencia, porque implica poner sobre la balanza otras premisas que tienen que ser valoradas y sopesadas. Es decir, refutar un argumento consiste en aportar otras premisas para mostrar que la conclusión a la que llega el argumento original es errónea. Hay tres formas de refutación:
    • Refutación contradicente: se aceptan las premisas y la conclusión originales, pero se añade otra premisa de mayor peso o importancia que las otras y es incompatible con la conclusión. Por ejemplo:
      • Premisa 1: Tomar vitamina C es bueno contra el resfriado.
      • Premisa 2: Benito está resfriado.
      • Conclusión: Benito debe tomar vitamina C.
      • Refutación: Pero Benito es alérgico a la vitamina C, por lo que no debe tomarla.
    • Refutación invalidante: se aceptan las premisas y la conclusión originales, pero se introduce una premisa de un peso o importancia parecida a las originales que sirve para poner en duda la conclusión. Por ejemplo:
      • Premisa 1: Es importante gesticular a la hora de hacer un discurso convincente.
      • Premisa 2: Hannah suele ser muy expresiva moviendo sus brazos al hablar.
      • Conclusión: Por lo tanto, Hannah debe gesticular cuando haga su presentación.
      • Refutación: Pero también es cierto que, a veces, se pasa gesticulando y la gente está más atenta a sus brazos que a lo que dice. Por lo tanto, no está tan claro que deba gesticular cuando haga su presentación.
    • Refutación atenuante: se aceptan las premisas y la conclusión originales, pero se aporta una premisa nueva, de menor peso, pero que sirve para debilitar el argumento. Por ejemplo:
      • Premisa 1: Federico ha venido a clase vestido de furro.
      • Premisa 2: Está prohibido vestir de furro en clase.
      • Conclusión: Por lo tanto, hay que echar a Federico de clase.
      • Refutación: Aunque lo hizo para dar color a una presentación sobre los furros y argumentar que no son tan malos. Así que le podemos perdonar.

 

Práctica

 

1. Señale qué tipo de contraargumentación es utilizada en los siguientes ejemplos:
  • Premisa 1: A John le pica la herida.
  • Premisa 2: Si se rasca, se puede infectar la herida.
  • Conclusión: No debe rascarse la herida.
  • Contraargumentación: Aunque es verdad que rascarse le alivia el picor.
Refutación atenuante
  • Premisa 1: Ágata bebió ayer whisky y le sentó bien para su dolor de estómago.
  • Premisa 2: Me duele el estómago.
  • Conclusión: Por lo tanto, debo beber whisky.
  • Contraargumentación: Lo que tomó Ágata no fue whisky, sino manzanilla.
Objeción
  • Premisa 1: Si actúas con precaución, no te ocurrirá nada malo.
  • Premisa 2: Simone actúa con precaución.
  • Conclusión: Por lo tanto, a Simone no le ocurrirá nada malo.
  • Contraargumentación: Pero eso no es cierto, porque le pueden ocurrir accidentes o cosas malas que no se puedan predecir ni evitar.
Recusación de principio
  • Premisa 1: Los suizos son personas muy discretas.
  • Premisa 2: Juan Jacobo es suizo.
  • Conclusión: Por lo tanto, Juan Jacobo es una persona muy discreta.
  • Contraargumentación: Pues justo ayer Juan Jacobo se puso un gorro muy estrafalario. Así que no es cierto que sea muy discreto.
Refutación contradicente
  • Premisa 1: En el hemisferio norte, en invierno hace más frío que en verano.
  • Premisa 2: Hoy es invierno en Roma.
  • Conclusión: Por lo tanto, hoy, en Roma, hace más frío que en verano.
  • Contraargumentación: Justo hoy eso no es cierto porque hay una ola de calor.
Recusación de excepción
  • Premisa 1: Correr todas las mañanas ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares.
  • Premisa 2: Mary tiene antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
  • Conclusión: Por lo tanto, Mary debe correr todas las mañanas.
  • Contraargumentación: En general es así, pero no debería hacerlo si está lesionada.
Recusación de reserva

 

Investigación

 

¿Cómo hacer una revista filosófica?
Cada grupo tiene que redactar un acta fundacional de su revista filosófica, indicando los siguientes ítems:
  1. Nombre de la revista.
  2. Enfoque y alcance (temática concreta de la revista, qué tipo de trabajos aceptan -requisitos formales de los artículos: número de palabras, tipo de letra, márgenes, tipo de cita, etc.- y a qué ámbito territorial e idiomático se dirige).
  3. Periodicidad (cada cuánto tiempo sale un nuevo número de la revista).
  4. Proceso de evaluación (cómo se valoran y evalúan los artículos que se reciben).
  5. Herramientas de detección de plagio que se utilicen (cómo se van a tratar de detectar plagios y qué se hace si se detecta uno).
  6. Plazos y fechas para el envío de propuestas, presentación de comunicaciones, recepción de trabajos, revisión, respuesta a los autores y publicación en la web de los artículos seleccionados.
  7. Organigrama (especificando el número de personas que desempeña cada cargo, cómo es elegido y cuáles son sus funciones):
    • Los cargos que se tienen que repartir son:
      • Director/a
      • Secretaría de redacción
      • Comisión antiplagio
      • Consejo editorial
      • Comité científico asesor
    • Las funciones que se tienen que repartir son las siguientes:
      • Elegir o no los roles de los demás.
      • Recibir, valorar y aceptar o rechazar las propuestas de artículo.
      • Recibir los artículos y distribuirlos a los correctores.
      • Encargarse de preservar el anonimato de los autores cuando se valoren sus artículos.
      • Diseñar, crear y mantener actualizada la página web con los artículos seleccionados
      • Revisar los artículos para detectar posibles plagios.
      • Evaluar y corregir los artículos (especificar cuántos).
      • Evaluar y corregir las comunicaciones de los autores sobre sus artículos (lo tendrán que hacer todos los miembros de la revista).

 

Rúbrica para evaluar una revista filosófica
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Bibliografía

  • Marraud, H. (2017). «De las siete maneras de contraargumentar». Quadripartita Ratio: Revista de Retórica y Argumentación, 2(4), 52-57.
  • Toulmin, S. (2007). Los usos de la argumentación. Península.

Examen