Filosofía: qué es, origen y primeros filósofos

Teoría

 

De los instintos a la dicotomía mito-logos

El cerebro es una máquina que crea coherencias para asegurar nuestra supervivencia y reproducción. Es decir, no podemos sobrevivir sin interpretar que el comportamiento de las cosas y seres del universo sigue determinados patrones o razones.

En el reino animal existen dos tipos de respuestas frente al entorno. Si este es más bien homogéneo, es decir, estable y, por tanto, predecible, las conductas automáticas o instintivas son exitosas. Para los seres que siguen estas conductas rígidas, todas las preguntas tienen su respuesta. Pero si el medio es más bien heterogéneo, es decir, inestable, cambiante y, por lo tanto, difícil de predecir, solo los seres que tengan un comportamiento flexible pueden sobrevivir. En el caso de los seres humanos, tal flexibilidad nos la proporciona nuestra consciencia y racionalidad, que nos permiten extender nuestra temporalidad de manera que somos capaces de recordar eventos del pasado e imaginar, lanzándolos al futuro en forma de teorías, qué consecuencias pueden traer sin comprometer nuestra vida en ello. Esto es no solo porque no tenemos respuestas a nuestras preguntas, sino también porque necesitamos formular nuevas preguntas para poder sobrevivir.

Con el cambio de condiciones ambientales hace unos 2 millones de años, nuestros ancestros homínidos bajan de los árboles a la sabana africana, lo que supone un aumento de la complejidad para ellos, es decir, surge un conjunto de preguntas sin respuesta. Las primeras sociedades de cazadores-recolectores (sociedades primitivas nómadas que casi no evolucionan y sobreviven gracias a la recolección de frutos, la caza mayor y la pesca, lo que les permite estar bien alimentados) crean mecanismos mitológicos para responder a las nuevas preguntas. Los distintos animales divinos (representados en lugares poco accesibles en el fondo de cuevas) y dioses que representan las fuerzas de la naturaleza sirven de respuestas.

Pero, con el fin de la última gran glaciación, hace unos 10.000 años, se trastoca el modo de subsistencia de las sociedades cazadoras-recolectoras, produciéndose así un nuevo aumento de la complejidad. Esto da paso al nacimiento de la agricultura a gran escala y, con ello, a la formación de ciudades, esto es, sociedades sedentarias agrícolas en las que hay una evolución cultural cada vez más acelerada, pero también peor alimentación. En estas sociedades hay excedentes de producción que permite el crecimiento poblacional, el cual es un problema interno que se trata de resolver con una estructuración social jerárquica (reyes, guerreros, agricultores) que es justificada también mitológicamente. Es decir, las narrativas míticas utilizan dioses antropomorfos que imitan y justifican la estructura social. El crecimiento demográfico conlleva un nuevo aumento de la complejidad también externo, conduciendo a guerras entre distintos núcleos poblacionales, pero también al comercio para distribuir el excedente, lo que da lugar a un pensamiento racional cada vez más secularizado, a la relativización de las creencias míticas y a sistemas políticos más o menos participativos. Esto repercute en que las preguntas se intentan responder entonces desde la filosofía y la ciencia. Este pensamiento racional nace en varios lugares (América, Asia, Europa) y épocas diferentes.

 

Características de la cultura griega

La Grecia antigua nace como una sociedad aristocrática, agrícola y guerrera en la que no hay libros sagrados ni sistema educativo reglado, sino que todo se aprende a partir de los mitos (los dioses como reflejo y justificación de la jerarquía social) de la tradición oral que Homero y Hesíodo pasan a tradición escrita. Es en sus obras en las que el pueblo griego aprende moral, historia, geografía, navegación, arte militar, cosmología, etc. Todo desde una concepción teleológica del mundo, es decir, bajo la idea de que todo cuanto ocurre tiene una finalidad, un objetivo, marcado por el destino, al cual no solo se someten los seres humanos, sino también los dioses.

A partir del siglo VII antes de Cristo, en las ciudades-Estado de la costa del mar Egeo se produce un auge del comercio, ya que es un territorio de paso entre Oriente y Occidente. La necesidad de establecer un sistema unívoco de fijación de precios provoca la aparición de la moneda. El comercio también hace necesaria la reforma de los valores aristocráticos (excluyentes y discriminatorios) imperantes para fomentar los intercambios económicos. Además, el conocimiento de otras teologías y sistemas morales conduce a la relativización y secularización de las enseñanzas homéricas y hesiódicas. Los viajes y el contacto constante con otras civilizaciones provoca un choque cultural que contribuye a todos esos cambios.

 

Del mito al logos

El mito es un conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales (en la antigua Grecia, de Homero y de Hesíodo) acerca del mundo, los hombres y los dioses. En ellos, las fuerzas naturales son personificadas y divinizadas, los fenómenos atmosféricos, terremotos, etc. se hacen depender de la voluntad arbitraria de un dios, y los hombres e incluso los dioses están sometidos a las fuerzas ilógicas, azarosas e inescrutables del destino.

El término logos tiene muchas traducciones posibles: explicación racional, discurso, tratado, razón, palabra. En todo caso, sirve para designar un nuevo tipo de pensamiento que presenta las siguientes características:

  • la idea de “arbitrariedad” divina es suplantada definitivamente por la idea de “necesidad” natural, es decir, que todas las cosas suceden donde y cuando tienen que suceder;
  • el destino es lógico, no azaroso;
  • cada cosa tiene unas propiedades constantes, permanentes (su esencia –eidos-, forma geométrica, idea), que le hacen comportarse de una manera determinada  y que pueden ser conocidas racionalmente;
  • los sentidos nos muestran multiplicidades, las propiedades cambiantes de las cosas.

 

El arjé (principio) y la physis (naturaleza)

Los primeros filósofos son geómetras, matemáticos, orientados a la búsqueda de lo permanente y común. Ellos entienden la physis o naturaleza como algo ordenado (cosmos vs. caos), necesario y dinámico. Por lo que tienen la convicción de que todo el universo se reduce a uno o muy pocos elementos: el arjé o principio constitutivo de todo lo que existe. Es decir, el arjé o principio es la naturaleza de las cosas, aquello a partir de lo que surge todo, el origen, la causa de todo.

 

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Práctica

 

1.- Vea el siguiente vídeo y responda a este cuestionario sobre el mito de Teseo y el Minotauro.

 

2.- Lea atentamente estos textos y responda a las preguntas:

¡Salud, hijas de Zeus! Otorgadme el hechizo de vuestro canto. Celebrad la estirpe sagrada de los sempiternos Inmortales, los que nacieron de Gea y del estrellado Urano, los que nacieron de la tenebrosa Noche y los que crió el salobre Ponto. Decid también cómo nacieron al comienzo los dioses, la tierra, los ríos, el ilimitado mar de agitadas olas y, allí arriba, los relucientes astros y el ancho cielo. Y los descendientes de aquéllos, los dioses dadores de bienes, cómo se repartieron la riqueza, cómo se dividieron los honores y cómo además, por primera vez, habitaron el muy abrupto Olimpo. Inspiradme esto, Musas que desde un principio habitáis las mansiones olímpicas, y decidme lo que de ello fue primero. En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. En el fondo de la tierra de anchos caminos existió el tenebroso Tártaro. Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos. Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche. De la Noche a su vez nacieron el Éter y el Día, a los que alumbró preñada en contacto amoroso con Érebo. Gea alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que habitan en los boscosos montes. Ella igualmente parió al estéril piélago de agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comercio.

Hesíodo. (1978). Obras y fragmentos. Teogonía, p. 76.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

-Por consiguiente -proseguí-, no debemos dejarnos convencer por estas cosas, ni consentir que se afirme que Teseo, hijo de Posidón, y Pirítoo, hijo de Zeus, hayan emprendido tan terribles raptos, o que cualquier otro héroe o hijo de un dios se haya atrevido a cometer obras horribles o sacrílegas como aquellas de las que ahora mendazmente se les acusa. Más bien hemos de obligar a los poetas a afirmar que esas obras no han sido cometidas por aquellos o bien que aquellos no son hijos de dioses; pero no decir que ambas cosas son ciertas e intentar persuadir a nuestros jóvenes de que los dioses engendran algo malo y de que los héroes no son en nada mejores que los hombres. Tales afirmaciones, como acabamos de decir, son sacrílegas y falsas, puesto que hemos demostrado que es imposible que se generen males a partir de los dioses.
– Claro que sí.
– Tales afirmaciones, además, son perniciosas para quienes las escuchan. Pues todo hombre se perdonará a sí mismo tras obrar mal, si está convencido de que cosas semejantes hacen y han hecho también

los parientes de los dioses,
más próximos a Zeus, de quienes hay, en el éter del monte Ideo, un altar a Zeus paterno,
y en quienes no se ha extinguido aún la sangre divina.

Platón & Eggers, L. C. (1988). República. Diálogos. Tomo IV, pp. 157-158.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

El principio más firme de todos es, a su vez, aquel acerca del cual es imposible el error. Y tal principio es, necesariamente, el más conocido (todos se equivocan, en efecto, sobre las cosas que desconocen), y no es hipotético. No es, desde luego, una hipótesis aquel principio que ha de poseer quien conozca cualquiera de las cosas que son. Y aquello que necesariamente ha de conocer el que conoce cualquier cosa es, a su vez, algo que uno ha de poseer ya necesariamente cuando viene a conocerla. Es, pues, evidente que un principio tal es el más firme de todos.
Digamos a continuación cuál es este principio: es imposible que lo mismo se dé y no se dé en lo mismo a la vez y en el mismo sentido (y cuantas precisiones habríamos de añadir, dense por añadidas frente a las dificultades dialécticas). Éste es el más firme de todos los principios, ya que posee la característica señalada. Es, en efecto, imposible que un individuo, quienquiera que sea, crea que lo mismo es y no es, como algunos piensan que Heráclito dice. Pues no es necesario creerse también las cosas que uno dice. Y es que si no es posible que los contrarios se den a la vez en lo mismo (añadamos también a esta proposición las precisiones habituales), y si la opinión que contradice a otra opinión es su contraria, es evidente que es imposible que el mismo individuo crea que lo mismo es y no es. Quien se engañara a propósito de esto tendría, en efecto, a la vez, las opiniones contrarias. Por eso, todos los que llevan a cabo demostraciones se remiten, en último término, a este convencimiento: porque, por naturaleza, él es principio también de todos los demás axiomas.

Aristóteles & Calvo, M. T. (1994). Metafísica, IV, 3, pp. 172-174.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

Existe una continuidad real entre la primera especulación racional y las representaciones religiosas que entrañaba; y eso no es únicamente asunto de analogías superficiales, como la alegórica igualdad de los elementos con los dioses de la fe popular. La filosofía heredó de la religión algunas grandes concepciones —por ejemplo, las ideas de «Dios», «alma», «destino» y «ley»— que continuaron siendo el centro de los movimientos del pensamiento racional y determinaron sus principales direcciones. La religión se expresa a sí misma mediante símbolos poéticos y personajes míticos: la filosofía prefiere el lenguaje de la seca abstracción y habla de substancia, causa, materia y otros. Pero su diferencia exterior tan sólo disfraza una afinidad interna y fundamental entre esos dos períodos sucesivos de una misma concepción. Las maneras de pensar que, en filosofía, logran definiciones claras y afirmaciones explícitas ya estaban implícitas en las irracionales intuiciones de lo mitológico.

Cornford, F. M. (1984). De la religión a la filosofía, pp. 7-8.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

La solidaridad que constatamos entre el nacimiento del filósofo y el advenimiento del ciudadano no es para sorprendernos. La ciudad realiza, en efecto, sobre el plan de las formas sociales, esta separación de la naturaleza y de la sociedad que implica, en el plano de las formas mentales, el ejercicio de un pensamiento racional. Con la ciudad, el orden político se ha desligado de la organización cósmica; aparece como una institución humana que constituye el objeto de una búsqueda inquieta, de una discusión apasionada. En este debate, que no es solamente teórico, sino en el que se afronta la violencia de grupos enemigos, la filosofía naciente interviene como teniendo cualidades para ello. La «sabiduría» del filósofo le designa para proponer los remedios a la subversión que han provocado los comienzos de una economía mercantil. […] Todavía allí se ve al filósofo encargarse de las funciones que pertenecían al rey sacerdote en el tiempo durante el que, estando confundidas naturaleza y sociedad, ordenaba a la vez la una y la otra. Pero, en el pensamiento político del filósofo, la transformación mental no se marca menos que en su pensamiento cosmológico. Separadas, naturaleza y sociedad forman igualmente el objeto de una reflexión más positiva y más abstracta. El orden social, llegado a ser humano, se presta a una elaboración racional por la misma razón que el orden natural, devenido physis.

Vernant, J.-P. (1973). Mito y pensamiento en la grecia antigua, p. 354.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

La transición de los mitos a la filosofía, del muthos al logos, como se ha dicho a veces, es mucho más radical que lo que supone un simple proceso de des-personificación o de des-mitificación, entendido tanto como un rechazo de la alegoría como de una especie de desciframiento; mucho más radical incluso (si la idea no es un completo sin-sentido) que lo que podría estar implicado en una mutación cuasi-mística de modos de pensar, del proceso intelectual mismo. Se vincula, más bien (y es su resultado), con un cambio político, social y religioso y no con un cambio puramente intelectual, realizado fuera de la cerrada sociedad tradicional (que, en su forma arquetípica, es una sociedad oral, en la que la narración de cuentos es un importante instrumento de estabilidad y de análisis), dirigido hacia una sociedad abierta, en la que los valores del pasado advienen relativamente poco importantes y la comunidad misma y su circunstancia expansiva estatuyen opiniones radicalmente nuevas.

Kirk, C. S., Raven, J. E. & Schofield, M. (1983). Los Filósofos presocráticos I, p. 84.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

No se trata de una condena del mito como de algo falso en sí mismo. Sus historias e imágenes pueden ser, en un estadio primitivo de civilización, los únicos medios disponibles (e, incluso, eficaces) de expresar verdades profundas y universales. Posteriormente, un maduro pensador religioso como Platón puede elegir el mito deliberadamente, y como la culminación de un argumento lógico, para comunicar experiencias y creencias cuya realidad y naturaleza son cuestiones de mera convicción que rebasan los claros límites de una comprobación lógica. En esto consiste el mito genuino, y su validez e importancia son indudables. El peligro comienza cuando los hombres creen que han dejado todo esto atrás y confían en un método científico basado exclusivamente en una combinación de observación e inferencia lógica. La conservación inconsciente de formas de pensamiento heredadas e irracionales, encubiertas en el vocabulario de la razón, llega luego a ser un obstáculo, antes que una ayuda, en la búsqueda de la verdad.

Guthrie, W. K. C. (1984). Historia de la filosofía griega, p. 16.

  1. ¿Cuál es la pregunta que trata de responder este texto?
  2. Explique con sus palabras la tesis que se defiende en el texto.
  3. Muestre las ideas y la estructura argumental de que se sirve el autor para defender esa tesis.
  4. ¿Qué otra posible respuesta puede darse o se ha dado en la historia de la filosofía a la pregunta que trata de responder este texto? Dé al menos dos argumentos para apoyarla.

 

Artículo

 

¿Cómo es un artículo filosófico?

Un trabajo de investigación filosófica tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de un problema filosófico concreto. Para ello es preciso que ese trabajo cumpla una serie de requisitos formales que faciliten su evaluación por otros investigadores, así como su difusión. Los trabajos de investigación filosófica tienen, por lo general, forma de artículo. Un artículo filosófico tiene los siguientes elementos:

  • Título. Tiene que ser breve y explicativo del tema o problema que se trata en el artículo.
  • Nombre y apellidos. A veces también se incluye la institución en la que trabaja, sus cargos en diferentes sociedades o grupos de investigación, obras publicadas destacadas y correo electrónico de contacto.
  • Resumen o abstract. Breve exposición del tema que se va a tratar, en la que se dice qué objetivo se tiene y cómo se va a tratar de conseguir.
  • Palabras clave. Conjunto de palabras o expresiones (en torno a cinco o seis) que identifican y permiten encontrar el artículo fácilmente en un buscador.
  • Diferentes secciones o partes del artículo que siguen el modelo clásico de introducción, desarrollo y conclusión, cada una de las cuales puede llevar un título.
    • Introducción. El primer apartado siempre tiene que ser la Introducción. En ella hay que explicitar:
      • Contexto, relevancia y justificación: explicar por qué es relevante, importante, interesante en la actualidad y, por tanto, por qué es necesario el presente artículo.
      • Estado de la cuestión: decir qué otros autores han tratado ese tema, resumiendo su posición.
      • Concreción del tema: explicar cuál es el tema que se va a tratar, planteado como pregunta o problema.
      • Objetivo: decir cuál es la respuesta o solución que damos a la pregunta o problema que se plantea como tema. Es decir, aquí hay que explicitar la tesis que se tratará de defender en el artículo.
      • Metodología: explicar qué pasos se van a dar para alcanzar el objetivo propuesto (analizar determinado/s texto/s, criticar determinada/s idea/s, contrastar determinado/s argumento/s de tal o cual autor, etc.).
    • Desarrollo. Los siguientes apartados son divisiones en las que se ordena el desarrollo del artículo.
      • Cada apartado es una división lógica en la que se trata un aspecto concreto del tema del artículo.
      • Cada apartado está constituido por varios párrafos:
        • Párrafo introductorio en el que se explicita qué se va a tratar en ese apartado y cómo se ordenará.
        • Párrafos de desarrollo. Cada uno de los párrafos expresa un asunto concreto, y también tiene una estructura interna:
          • Las primeras líneas de cada párrafo sirven como introducción, esto es, decir el tema del párrafo y cómo se relaciona con el párrafo anterior (ofrecer una posición contraria a la del párrafo anterior, ejemplificar lo dicho en el párrafo anterior, profundizar en algún aspecto de lo dicho en el anterior, deducir alguna conclusión de lo dicho en el anterior, generalizar una idea del párrafo anterior, exponer la siguiente idea de una enumeración comenzada antes, etc.)
          • Las siguientes líneas son de desarrollo, en las que se exponen los argumentos, se citan las ideas de otros autores, se explican las citas, se ofrecen ejemplos, etc. Se pueden utilizar citas directas o indirectas, siempre explicando o interpretando a continuación cada una de ellas y argumentando qué tiene que ver o cómo ayuda a entender lo que estamos argumentando. También hay que criticar, señalando los pros y los contras, de cada argumento propio y ajeno. Todo ello debe seguir un orden lógico y estar expresado de la forma más clara y entendible.
          • Las últimas líneas de cada párrafo sirven como conclusión o resumen de lo expuesto en ese párrafo.
        • Párrafo de conclusiones, en el que se recopilan las conclusiones parciales de cada párrafo de desarrollo y se ofrecen conclusiones generales sobre el asunto tratado en ese apartado.
    • Conclusión. El último apartado siempre tiene que ser la conclusión. En ella hay que explicitar las conclusiones a las que se ha llegado en cada apartado, mostrando su relación y coherencia respecto al objetivo señalado en la Introducción. Es decir, se trata de demostrar la tesis explicitada en la Introducción, apoyándose en las conclusiones a las que se ha ido llegando.
    • Referencias bibliográficas utilizadas. Listado ordenado alfabéticamente de las obras consultadas para la elaboración del artículo, tanto las que se citan como las que no.

 

Recursos

 

Bibliografía:

  • Abbagnano, N. (1994). Historia de la filosofía. Vol 1. Hora.
  • Aristóteles & Calvo, M. T. (1994). Metafísica. Gredos.
  • Capelle, W. & Lledó, E. (1992). Historia de la filosofía griega. Gredos.
  • Copleston, F. C. (2001). Historia de la filosofía I. Ariel.
  • Cornford, F. M. (1984). De la religión a la filosofía. Ariel.
  • Diógenes Laercio. (2020). Vidas de los filósofos más ilustres. Página:Diogenes Laercio Tomo I.djvu/34. (2020, marzo 15).
  • Eggers, L. C. (1981). Los filósofos presocráticos 1. Gredos.
  • Gigon, O. (1985). Los orígenes de la filosofía griega: De Hesíodo a Parménides. Gredos.
  • Guthrie, W. K. C. (1984). Historia de la filosofía griega. Tomo I. Gredos.
  • Kirk, G. S., Raven, J. E., Schofield, M., & García, F. J. (2014). Los filósofos presocráticos: Historia critica con selección de textos. Tomo I. Gredos.
  • Kenny, A. (2005). Breve historia de la filosofía occidental: Paidós.
  • Martínez Marzoa, F. (2000). Historia de la filosofía antigua. Akal.
  • Martínez Marzoa, F. (2000). Historia de la filosofia vol. 1: Istmo.
  • Platón & Eggers, L. C. (1988). República. Diálogos. Tomo IV. Gredos.
  • Russell, B., Gómez, . S. J., Dorta, A., & Mosterín, J. (2004). Historia de la filosofía occidental. Espasa-Calpe.
  • Sánchez Meca, D. (2013). Historia de la filosofía antigua y medieval: Dykinson.
  • Vernant, J.-P. (1973). Mito y pensamiento en la Grecia antigua. Ariel.
  • Vernant, J.-P. (1992). Los orígenes del pensamiento griego. Paidós.
  • Verneaux, R. (1988). Textos de los grandes filósofos. Edad Antigua. Herder.

 

Vídeos:

 

Argumentación

 

Posibles cuestiones del examen argumentativo:

1.- ¿Hay una separación clara entre mito y filosofía?

2.- Es la filosofía más útil que el pensamiento mítico?

 

Elementos del texto argumentativo

  • Interpretación y contextualización de la cuestión
    • Maneras de entender o interpretar la pregunta. ¿A qué se refiere la pregunta? Algunos de los conceptos que aparecen en ella se pueden interpretar de diferentes maneras, por lo que se puede referir a muchas cosas. Así que hay que interpretarla, concretarla. En este punto hay que señalar los conceptos que admiten más de una interpretación y escribir cómo se reformularía la pregunta inicial dándole cada una de esas interpretaciones.
    • Implicaciones de tal o cual interpretación de la pregunta. De cada una de las interpretaciones que hemos dado de la pregunta inicial hay que decir qué consecuencias tendría planteárnoslas. Es decir, para qué serviría responder a cada una de esas interpretaciones.
    • Relevancia o importancia de tal o cual interpretación. Hay que decir cuál de las interpretaciones que se han dado de la pregunta inicial sería más interesante o importante, diciendo por qué. Y también por qué las otras no son tan relevantes y por qué.
    • Elección de una interpretación de la pregunta a la que dar respuesta. Aquí hay que decir que se elige dar respuesta a la interpretación que antes se ha dicho que es la más importante. Si se elige otra, sería incoherente, por lo que restaría puntos.
    • Problemas u otras cuestiones asociadas a la interpretación elegida. La interpretación que se ha elegido como la más importante da lugar a otras preguntas relacionadas con ella. Aquí hay que escribir alguna de esas otras preguntas.
  • Tesis (respuesta tentativa a la pregunta)
    • Postura que se va a defender en la disertación. Es decir, aquí hay que responder en una frase clara y concisa a la interpretación que se ha elegido.
  • Argumentos a favor de la tesis (al menos 2)
    • Explicación detallada de cada argumento. Deben ser argumentos que apoyen, sustenten, la tesis dada y deben de estar clara y suficientemente explicados. Se pueden poner ejemplos.
    • Se debe utilizar, al menos, una cita bien referenciada y explicada de una fuente fiable. Se pueden utilizar citas directas e indirectas.
  • Argumentos en contra de la tesis (al menos 2)
    • Explicación detallada de cada argumento. Deben ser argumentos que refuten, nieguen, la tesis dada y deben de estar clara y suficientemente explicados. Se pueden poner ejemplos.
    • Se debe utilizar, al menos, una cita bien referenciada y explicada de una fuente fiable. Se pueden utilizar citas directas e indirectas.
  • Valoración comentada de la potencia e importancia de los argumentos para apoyar o refutar la tesis. Aquí hay que decir qué tipo de argumentos, los a favor de la tesis o los en contra de la tesis, tienen más peso, son más razonables, argumentando por qué.
  • Conclusión
    • Explicación de si se reafirma en la tesis o se cambia de postura. Es decir, hay que explicitar si, dada la valoración hecha antes, se sigue estando de acuerdo con la tesis o si se ha cambiado de opinión porque han resultado más convincentes los argumentos en contra.
    • Consecuencias o implicaciones para el mundo actual de la postura adoptada. Aquí hay que decir qué pasaría o debería pasar en el mundo si es correcta la conclusión final a la que se ha llegado.

 

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